Mi aventura de ser docente

Mi aventura de ser docente

Cuando inicie en la docencia alguien me comento “ten mucho cuidado, en la industria se tiene control de calidad de los productos que se elaboran y si no cumplen con las normas de calidad, se reciclan, se destruyen o se guardan en algún lugar para ocupar las piezas que sirvan, si te equivocas no hay gran problema, lo único que se perdió es tiempo, dinero y esfuerzo, pero en la docencia se trabaja en la formación de jóvenes con aspiraciones y sentimientos, si te equivocas no lo puedes reciclar. Tal vez un comentario de tu parte puede influir para que tome una decisión que cambie por completo su vida”.
He reafirmado con la lectura de esta semana que no tiene sentido tratar de aprender algo que no sabemos para que lo ocuparemos o en que lo emplearemos.
Felicito a mis compañeros de grupo por tener desde muy temprana edad la vocación de la docencia, a mi hasta hace aproximadamente dos años, cuando me preguntaban a qué me dedicaba o en que trabajaba, respondía: “soy ingeniero industrial en electrónica, tengo un negocio de mantenimiento de computadoras y venta de consumibles, y también doy clases en el CETis”.
Yo sí acepto mi labor docente, siempre la he aceptado, pero como dice José M. Esteve, “ni por asomo las universidades pretenden formar profesores” y por lo tanto me hice a la idea, (equivocado, claro está), de que mi labor docente estaba en segundo plano, cuando no es así.
En mi opinión, si se integraran materias de formación docente y de pedagogía en los planes y programas de estudio de las universidades, estaríamos con una idea más clara de la docencia, además, no únicamente como docente se aplica la pedagogía, en las empresas grandes, medianas o pequeñas, se capacita a lo empleados de todos los niveles, y por lo tanto se requieren técnicas pedagógicas que permitan un mejor desempeño al ponente. Como padre o madre de familia la educación de los hijos sería más efectiva si en nuestra formación profesional tuviéramos conocimientos pedagógicos.
Es inevitable que los próximos docentes del nivel medio superior y superior sean egresados de las universidades y tecnológicos, entonces ¿porqué no empezar a prepararlos desde ahora?